En Europa se sigue la tendencia de no comenzar a tratar con medicamentos a la persona que ha sufrido una crisis única; en Estados Unidos se tiende a tratar desde el primer episodio, probablemente para evitar complicaciones médico-legales.
Algunos neurólogos creen que SÍ debe iniciarse un tratamiento tras la primera crisis dado que el riesgo de recurrencia suele ser del 36% en el primer año, del 48% a lo largo de tres años y del 56% en los cinco primeros años desde el episodio único.
Para otros neurólogos UN EPISODIO ÚNICO NO DEBE TRATARSE NUNCA a menos que se reproduzca. De hecho, la definición de epilepsia incluye la recurrencia de las crisis como condición diagnóstica, algo que no se cumpliría en el episodio aislado. Además, medicar desde la primera crisis obligaría a un gran número de personas, probablemente no epilépticas, a realizar tratamientos prolongados innecesarios y con efectos adversos considerables.
Se deben individualizar los casos: