EPILEPSIA Y EDUCACIÓN

El rol del profesor

Los profesores debemos ser un modelo positivo tanto para el alumno con epilepsia como para el resto de compañeros actuando con calma y positivamente ante este alumno, sin dejar que use la epilepsia como una excusa y ayudándole a desarrollar su confianza para tratar con situaciones difíciles.

Es necesario para ello conocer el tipo de epilepsia de nuestro alumno y saber reconocer los cambios de comportamiento y estados de ánimo asociados a su condición así como el grado de afectación de sus logros académicos e interacción social.

Algunas de las estrategias referentes al aprendizaje que pueden resultar de utilidad en el aula son las siguientes:

  • Sentar al alumno frente a la pizarra.
  • Colocar carteles con palabras clave o los puntos más importantes a tratar así como mapas conceptuales y asociación por campos semánticos para vocabulario nuevo.
  • Adaptar el lenguaje hablado y escrito a su nivel.
  • Ayudarle a organizar su material con códigos de colores o etiquetas. Es muy útil tener una revisión sistemática de su trabajo.
  • Asegurarse de que las tareas son claras y entendibles por el niño. En algunos casos es conveniente dar preguntas con respuestas múltiples en casos de problemas de memoria.
  • Si son necesarias ayudas visuales y auditivas, se las pueden llevar a casa para reforzar el aprendizaje.
  • Si la epilepsia le afecta en el recuerdo de las instrucciones y de las normas a la hora de elaborar trabajos más extensos, se pueden dar las instrucciones por escrito o si son muy pequeños se pueden elaborar tarjetas clave para cada uno de los pasos de la tarea o bien presentar la secuencia entera.
  • Ser consciente de que puede haber cambios de un día para otro.
  • Puede ser de ayuda que las habilidades requeridas para las diferentes actividades no sean las mismas y dar oportunidad para la transferencia de conocimiento.

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Epidemiología

Otro de los puntos que tenemos que tener en cuenta es que la comunicación directa y fluida entre la familia, el tutor y el equipo psicopedagógico es indispensable para el desarrollo del niño, que tiene que sentir que familia y escuela forman un equipo que le apoya y ayuda. De este modo también nos aseguramos que la información llega a todos. Los registros son muy útiles en este caso.

La seguridad de los alumnos siempre es una prioridad en los centros educativos y por supuesto lo es cuando tenemos un alumno con epilepsia en el aula. Algunas pautas son muy sencillas, como sentar al alumno con epilepsia en un sitio donde haya espacio y no haya objetos con los que se pueda dañar en caso de caída al suelo (radiadores).

También tenemos que tener una especial atención en aquellas asignaturas como tecnología o prácticas de laboratorio que pueden implicar el uso de objetos punzantes, herramientas o maquinarias.

La asignatura de Educación física merece una mención aparte. Esta asignatura tiene gran importancia en el desarrollo del alumno a muchos niveles: desarrolla destrezas motoras, cognitivas, afectivas y sociales y por lo tanto el alumno con epilepsia no debe ser privado de esta asignatura.

La actividad física mejora el estilo de vida de las personas con epilepsia, tiene un efecto preventivo ya que disminuye el nivel de ansiedad y las crisis epilépticas suelen producirse cuando el niño está inactivo. Los deportes más aconsejables son los colectivos, ya que facilitan la integración social.

El sentido común es el que debe dictar las restricciones y las medidas de seguridad para disminuir los riesgos, por ejemplo, hay que tener en cuenta que el grado de excitación y el de estrés en una competición pueden ser desencadenantes de crisis.