EPILEPSIA Y EMPLEO

Relaciones laborales de las personas con epilepsia

¿Afecta la epilepsia al rendimiento en el trabajo?

El rendimiento de una persona con epilepsia, al igual que el de cualquier otra, depende sólo de su capacidad y conocimiento.

¿Cómo apoyar al epiléptico en el ambiente laboral?

La mejor forma de apoyar a estas personas es darle un trato similar al del resto de los compañeros de trabajo, y en caso de que se presentara una crisis epiléptica contar con la información y formación necesaria para poder socorrerlo adecuadamente.

relaciones laborales de personas con epilepsia

¿Qué problemas se les presentan a las personas epilépticas al hacer pública su enfermedad?

A pesar de contar con formación académica, los enfermos tienen gran dificultad para obtener un empleo o se les niega la posibilidad de progresar profesionalmente cuando dicen que padecen epilepsia.

Entre los problemas que se les plantean a las personas afectadas de epilepsia a la hora de hacer pública su enfermedad nos encontramos con los siguientes:

  • Si al solicitar un empleo hacen público que padecen epilepsia no son contratados o se les coloca en un puesto inferior al que su capacidad les permitiría desempeñar.
  • Es habitual el despido o la no renovación ante la recurrencia de una crisis en el trabajo.
  • Situaciones de discriminación, aislamiento y marginación por parte de sus compañeros.

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Hazte socio de la Asociación y ayúdanos a defender la dignidad y los derechos de las personas afectadas por la epilepsia.

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¿Se debe revelar que se es epiléptico?

La respuesta debería ser SÍ, pero es evidente que en la mayoría de los casos el silencio es la actitud que adoptan las personas afectadas de epilepsia por miedo a ser rechazados o por miedo de no obtener un empleo o simplemente por miedo a ser despedidos.

Seguirá siendo así hasta que la sociedad no apueste por una integración laboral plena de este colectivo.

Conclusión

La epilepsia no debe considerarse una enfermedad discapacitante. La persona epiléptica puede llevar una vida normal siempre y cuando tome las precauciones recomendadas por su neurólogo/a, así como desempeñar un empleo de forma satisfactoria.

Dada la alta incidencia con que la epilepsia se presenta en la población en general, es necesaria e indispensable una acción educadora dirigida no sólo a los propios enfermos y sus familiares, sino también a los profesionales de todos los ámbitos (social, educativo, de la salud, etc.), sindicatos, trabajadores y empresarios, con el fin de que conozcan lo que es la epilepsia, pierdan el miedo y los prejuicios que giran en torno a esta enfermedad, brinden oportunidades a quienes la padecen sin ninguna discriminación, no hagan despidos injustificados y promuevan un ambiente favorable, sin burlas ni estigmatización hacia las personas con epilepsia.

La conquista de un empleo no debe ser solamente una oportunidad de perfeccionamiento profesional, sino también un capítulo más para la integración plena de este colectivo, una ocasión para el avance personal y para la incorporación social.

Debe, por tanto, desaparecer la idea de que el epiléptico no puede trabajar y, por supuesto, debe rechazarse la actitud de despido ante la ocurrencia de una crisis en el puesto de trabajo.